miércoles, 24 de octubre de 2018

Bloque 2. La Edad Media. Tres culturas y un mapa político en constante cambio (711-1474)


Bloque 2. La Edad Media. Tres culturas y un mapa político en constante cambio (711-1474)

2.1) Al Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y Califato de Córdoba.
   La llegada de los musulmanes a la península se relaciona con las luchas internas provocadas tras la elección de don Rodrigo como rey. En el año 711, Tarik (lugarteniente de Muza, gobernador de Tunicia) cruzó el Estrecho de Gibraltar al mando de un ejército formado por bereberes (población islamizada del norte de África). Este ejército derrotó a los visigodos en la Batalla del río Guadalete. En la mayoría de los casos, la ocupación no fue militar sino que se realizó a través de las capitulaciones: pactos entre los musulmanes y la población local. Los musulmanes se comprometían a respetar la propiedad, la libertad y la religión de la población local, a cambio del pago de tributos o impuestos.    En el año 718, los musulmanes controlaban  Al Ándalus, nombre con el que sería conocido el territorio peninsular dominado por ellos.
   Desde la península, los musulmanes intentaron la penetración en el sur de Francia, pero su avance fue frenado tras su derrota frente a los francos en la Batalla de Poitiers (732).
   Al-Ándalus se constituyó como un emirato (provincia dependiente) del Califato de Damasco.
·         El Emirato Independiente de Córdoba (756-929).
   En el año 750, los Abbasíes provocaron la matanza de la familia Omeya que, hasta ese momento, habían controlado el Califato. Un miembro de esta familia, Abderramán I, logró huir y llegó a Al Ándalus, y estableció el Emirato Independiente de Córdoba en el 756. El Emirato se declara independiente del Califato desde el punto de vista político, no en el plano religioso ya que sigue dependiendo del Califa de Bagdad.
   El Emirato se caracterizó por las frecuentes rebeliones de distintos grupos: muladíes (cristianos convertidos al Islam) y por los mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán).
·         El Califato de Córdoba (929-1031).
   En el año 929, Abderramán III se autoproclamó califa (príncipe de los creyentes), lo que significaba la independencia religiosa del Califato de Bagdad. Abderramán III estableció una nueva estructura político-administrativa basada en la concentración de todos los poderes en la figura del califa. Era ayudado en las tareas de gobierno por el hachib (primer ministro) y los visires (ministros).  
   Una figura política destacada durante esta etapa fue Almanzor (hachib de Hixem II,  976). Almanzor estableció una dictadura militar y se apoyó en los bereberes para mantenerse en el poder. Realizó grandes campañas militares contra los núcleos cristianos: León, Zamora, etc., aunque la más importante fue la destrucción de Santiago de Compostela (997). En el año 1002, se produjo la muerte de Almanzor, iniciándose un período de gran inestabilidad política que condujo a la desaparición del Califato en el año 1031.  

2.2) Al Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí.
   La desaparición del Califato (1031) tuvo dos consecuencias importantes. En primer lugar, se produjo un giro histórico ya que los reinos cristianos consiguen la hegemonía militar y política. En segundo lugar, el territorio bajo control musulmán se va reduciendo progresivamente.
   La España musulmana se dividió en reinos independientes que reciben el nombre de reinos taifas. Su creación fue apoyada por los reinos cristianos porque cobraban parias, es decir, tributos a cambio del mantenimiento de la paz. Los reinos taifas se dividen en tres grupos según el origen racial de sus fundadores:
  • Taifas árabes. Toledo, Sevilla, Zaragoza, Badajoz…
  • Taifas bereberes. Granada, Málaga…
  • Taifas eslavos. Valencia, Almería, Murcia…
   En el año 1085, Alfonso VI, rey de Castilla y León, conquistó la ciudad de Toledo. Este hecho provocó que el rey de Sevilla, Al-Motamid, solicitara la ayuda de los almorávides para frenar el avance cristiano. Los almorávides eran nómadas del Sáhara que habían formado un imperio en el norte de África en el siglo XI, y se caracterizaban por su integrismo religioso. Los almorávides derrotaron a los castellanos en la Batalla de Sagrajas (1086) y reunificaron los reinos taifas, convirtiendo a AlÁndalus en una provincia más de su imperio. El dominio almorávide fue breve por dos razones. En primer lugar, por su intolerancia religiosa que provocó el descontento de la población hispano-andalusí, y en segundo lugar, por la recuperación militar cristiana. El resultado fue la aparición de nuevos reinos taifas que fueron reagrupados de nuevo por los almohades (1172). Los almohades realizaron diversas campañas militares contra los reinos cristianos, pero fueron derrotados por una coalición cristiana en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). Tras la derrota almohade, el territorio musulmán se dividió en nuevos reinos taifas.
   El último reducto musulmán fue el reino nazarí o nazarita de Granada (1232-1492). Este reino ocupó las actuales provincias de Granada, Jaén, Cádiz, Almería y Málaga. El creador, Muhammad Ibn Nasr, pactó con el reino de Castilla (Fernando III) el mantenimiento de la independencia a cambio de tributos. Este reino fue conquistado por los Reyes Católicos en el año 1492

2.3) Al Ándalus: economía, sociedad y cultura.
   La población de al-Ándalus era muy heterogénea porque estaba formada por diversos grupos étnicos. La religión era el elemento principal de diferenciación social. Existían dos grandes grupos:
·       Población musulmana. Se divide, por un lado, en alógena como los árabes (grupo minoritario y dominante. Tenían el poder económico y el control político), los bereberes (grupo musulmán más numeroso, procedentes del norte de África, enfrentados con los árabes), los negros (población procedente de Sudán, esclavos, dedicados a tareas militares), y los eslavos (esclavos de origen europeo).  Por otro lado, en autóctona: muladíes (hispanos convertidos al Islam que obtenían ventajas sociales y económicas. Protagonizaron frecuentes revueltas. 
·       Población no musulmana como los mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán) y los judíos. Los musulmanes eran tolerantes con estos grupos porque practicaban religiones cercanas a la suya (“gentes del Libro”). Eran dimníes (protegidos). A cambio de conservar su religión y propiedades, pagaban dos clases de impuestos directos: el jarach y la chizia.
   La economía era urbana y comercial. En el sector agrario, los musulmanes introdujeron nuevos cultivos como la caña de azúcar, el algodón, el azafrán, los agrios, el arroz, etc. Perfeccionaron los sistemas de regadío mediante el desarrollo de procedimientos de extracción de agua como las norias y la construcción de amplias redes de acequias. Desarrollaron una agricultura de regadío en los valles de los ríos Guadiana, Guadalquivir, Segura, Turia, Júcar, Jalón, etc. 
    El comercio y la artesanía, actividades económicas típicas de las ciudades, tuvieron una gran importancia. La producción artesanal se centró en la cerámica, los metales, el papel, el vidrio, los textiles, la seda, etc.
   El desarrollo comercial se basó en la existencia de dos monedas, el dinar (oro) y el dirham (plata). Los intercambios comerciales internos se realizaban en el zoco y existía una reglamentación minuciosa de precios, pesos, calidad del producto, etc.
  El comercio exterior se beneficiaba de la situación geográfica de la península Ibérica. Al-Ándalus comerciaban con Europa (metales, esclavos, armas, pieles), Oriente (especias, objetos de lujo), y África (oro y esclavos).
   El Califato fue una etapa de gran esplendor cultural. Córdoba fue un centro cultural de gran influencia en toda Europa. Sin embargo, el "siglo de oro" de la cultura islámica fue el siglo XI. La España musulmana se convirtió en el puente para difundir la cultura clásica (grecorromana) a toda Europa, gracias a los contactos del Islam con Bizancio. Las figuras científicas e intelectuales más destacadas fueron
·         Averroes (médico y filósofo), transmisor de la obra de Aristóteles.
  • Maimónides, médico de gran prestigio.
  • Al-Zahraui (cirujano), su obra fue utilizada como manual en las universidades europeas de la Edad Media.
   Los musulmanes difundieron el sistema de numeración arábiga. Hay unas 4000 palabras de origen árabe en la lengua española. También introdujeron instrumentos musicales como el rabel, el pandero, etc., y juegos como el ajedrez.

2.4) Los primeros núcleos de resistencia cristiana. Principales etapas de la Reconquista. Modelos de repoblación.

   El primer núcleo de resistencia frente a los musulmanes se localizó en la Cordillera Cantábrica (este de Asturias, Cantabria y norte de Burgos). Era una zona de escaso interés en la que los musulmanes se limitaron a ejercer un cierto control: cobro de tributos y evitar la penetración  hacia el sur de los montañeses. Aunque se ha señalado que el reino se crea tras la victoria de Don Pelayo en la batalla de Covadonga, el verdadero fundador fue Alfonso I (739-757) que realizó una serie de campañas militares en el valle del Duero e iniciando la repoblación. Alfonso II (791-842) consolidó la independencia del reino asturiano dejando de pagar tributos al Emirato y estableciendo una frontera sólida frente a la España musulmana. Alfonso III en el año 910 fundó el reino de León. Fue el reino cristiano más poderoso durante la primera mitad del siglo X (Ramiro II derrotó a los musulmanes en la batalla de Simancas en el año 939). En el reino de León se incluían los condados castellanos que fueron unificados por el conde Fernán González en el 970.
   En la zona oriental, los orígenes son menos conocidos y más tardíos (finales siglo VIII y principios del siglo IX). Zona dominada por el Imperio Carolingio, que estableció la Marca Hispánica. Territorio dividido en condados que reconocían la autoridad del emperador. Las principales entidades políticas que surgieron en esta zona fueron:
·         Aragón, gobernado, en un primer momento,  por condes dependientes del Imperio Carolingio; García Galíndez (primer tercio del siglo IX) logró la independencia frente a los carolingios y a los musulmanes. En el 922 fue incorporado a Navarra hasta el año 1035.      
·         Navarra logra la independencia del Imperio Carolingio en el siglo IX; en el siglo X, la alianza con el reino astur-leonés permitió su consolidación y, más tarde, como resultado de la anexión del condado de Aragón y de La Rioja. Navarra se convirtió en el reino cristiano más poderoso de la península.
·         Condados Catalanes. Durante el siglo IX, dependen del Imperio Carolingio. El condado de Barcelona es el más importante. En el siglo X, Borrell  (947-992) se desvincula del Imperio Carolingio e inicia la expansión hacia el valle del Ebro.

  
   La Reconquista se desarrolló entre los siglos VIII (aparición de los primeros núcleos cristianos en la Cordillera Cantábrica) y XV (ocupación del reino nazarí de Granada por los Reyes Católicos). Las principales etapas de la Reconquista fueron:
  • Hasta el siglo X. Se establece la frontera del reino de Asturias en el río Duero a comienzos del siglo X.
  • Siglos XI y XII. El reino de León y el reino de Castilla rebasan el Sistema Central y ocupan el valle del Tajo en el siglo XI (1085 se ocupa Toledo,  Alfonso VI). Los reyes de Aragón conquistaron Huesca (1096) y Zaragoza (Alfonso I en 1118). En el año 1137 surgió la Corona de Aragón (Reino de Aragón y Cataluña). En el año 1179 la Corona de Aragón y el reino de Castilla firmaron el Tratado de Cazola en el que se repartían las zonas que serían conquistadas en el siglo XIII. Valencia sería para la Corona de Aragón y Murcia para Castilla.
  • Principios del siglo XIII. La batalla de las Navas de Tolosa (1212) hizo que Castilla dominara el valle del Guadiana. Supuso el declive definitivo de la España musulmana. En el año 1230 surgió la Corona de Castilla con la unión definitiva del reino de Castilla y el reino de León.
  • A mediados del siglo XIII, Fernando III de Castilla conquistó el valle del Guadalquivir y la región de Murcia, y Jaime I de Aragón incorporó Valencia y las Baleares a la Corona de Aragón. Sólo subsiste el reino nazarí de Granada.
  • En el siglo XV se completó el proceso con la conquista  del reino nazarí de Granada por los Reyes Católicos.
   La repoblación es volver a poblar las tierras conquistadas en la expansión hacia el sur de los reinos cristianos. Se basó en una razón estratégica (creación de una frontera estable frente a la España musulmana) y en una razón económica (poner en cultivo las tierras conquistadas). La repoblación atravesó cuatro etapas:
o    Repoblación por presura (siglos IX-X). Partía de la tradición jurídica que atribuía al rey la posesión de las tierras incultas. A través de una concesión tácita que se denominaba derecho de presura o derecho de aprisio, las tierras pasaban a ser propiedad de los agricultores que se establecían en ellas. Este sistema se realizó por iniciativa de los grupos de campesinos (repoblación individual), de los nobles (repoblación nobiliaria) o de los monasterios (repoblación monacal). El resultado fue el predominio de la pequeña y de la mediana propiedad. Cuenca del Duero, Galicia, alto Ebro, Cataluña.
o    Repoblación concejil (siglos XI-XII). Se denomina así por la importancia que tuvieron los concejos de las ciudades o villas, a las que se les otorgaba un fuero, es decir, el conjunto de normas jurídicas que regulaban todos los aspectos de la vida ciudadana. Los repobladores solicitaban la vecindad y les daban un solar para la casa y tierras para el cultivo que, al cabo de unos años, pasaban a ser de su propiedad. Además, disfrutaban de las tierras y de los bienes comunales. Se aplicó a las tierras situadas entre el Duero y el valle del Tajo. También en el valle del Ebro. Predominio de la mediana propiedad libre y de las tierras comunales.
o    Repoblación de las Órdenes Militares (primera mitad del siglo XIII). Se realizó en zonas extensas y poco pobladas como la Mancha, Extremadura, Teruel y norte de Castellón. Estas zonas habían sido conquistadas por las Órdenes Militares (Calatrava, Alcántara, Santiago y Montesa). Predominio de los latifundios dedicados a la ganadería.
o    Repoblación por repartimientos (segunda mitad del siglo XIII). Valle del Guadalquivir y Levante (de Castellón a Murcia). Tras la ocupación de una zona, una junta de partidores distribuían las tierras entre los repobladores. El valor y el tamaño de las tierras estaban en función del rango social de quienes las recibían. Predominio de grandes latifundios de la nobleza, Órdenes Militares e Iglesia.

2.5)  Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y sociedad estamental.

   La monarquía castellana era autoritaria, el rey ejercía su autoridad en todo el territorio. Una serie de instituciones le ayudaban en la tarea de gobierno como la Curia Regia (órgano asesor compuesto por nobles, eclesiásticos, funcionarios reales, etc.), la Cancillería Regia (redacción de los documentos oficiales) y la Hacienda Real (recaudación de impuestos). En el año 1188 surgieron las Cortes.
   La monarquía aragonesa era pactista. El rey tenía el compromiso de respetar las leyes tradicionales de cada Estado de la Corona de Aragón y, a cambio, recibía el juramento de fidelidad de sus súbditos.
  La sociedad era estamental. Los estamentos eran la nobleza, el clero y el estado llano. Este modelo social presentaba las siguientes características:
§  La división social era rígida porque todo individuo estaba encuadrado en alguno de los tres estamentos (estados u órdenes).
§  Cada estamento se regía por normas diferentes. La nobleza y el clero gozaban de privilegios reconocidos legalmente, mientras que el estado llano carecía de ellos.
§  La movilidad social era prácticamente inexistente. El único estamento abierto era el clero porque se nutría de personas que procedían de los otros estamentos.

a.   Nobleza.
   Sector social que gozaba de privilegios legales de diversa clase: jurídicos (derecho penal propio, tribunales exclusivos, etc.), fiscales (exención de impuestos) y políticos (posibilidad de acceder a cargos públicos). La nobleza se dividía en alta nobleza (nobleza titulada: duques, condes, marqueses, barones o ricoshombres) y baja nobleza (nobleza no titulada: hidalgos, infanzones, caballeros).La alta nobleza presentaba los siguientes rasgos:
  1. Ejercían altos cargos de gobierno.
  2. Su poder económico se basaba en la posesión de grandes propiedades o señoríos. En sus señoríos disfrutaban de una serie de derechos como derechos territoriales (cobro de rentas a los campesinos que trabajaban las tierras señoriales o utilizaban las tierras comunales como bosques o pastos), derechos de carácter personal (herencia o pernada), derechos sobre monopolios (uso del molino, portazgo, pontazgo, etc.), y derechos jurisdiccionales (nombramiento de las autoridades municipales de un señorío o administración de justicia).
   Una institución relacionada con la alta nobleza fue el mayorazgo. El mayorazgo era una institución jurídica de derecho común que vinculaba al primogénito de una familia nobiliaria con una parte del patrimonio familiar. Esa vinculación era a perpetuidad y ese patrimonio no podía ser vendido. El mayorazgo surgió en el siglo XIII y consolidó el poder económico de la alta nobleza.
   La baja nobleza se caracterizaba por tener  una menor influencia social y política, por disfrutar de rentas procedentes de propiedades rústicas o ganaderas, y por participar en los cargos municipales de gobierno.

b.   Clero
   Existía una fuerte jerarquía interna, con grandes diferencias de rentas y posición social entre el alto clero (obispos, abades, etc.) y el bajo clero (párrocos, curas rurales, etc.). La Iglesia poseía un gran número de señoríos obtenidos de la repoblación, de donaciones reales y de disposiciones testamentarias de particulares. Además, la Iglesia recibía el diezmo, es decir, un diez por ciento de las cosechas.

c.   Estado llano (Campesinos, burguesía y grupos marginados o minorías).
  • Campesinos.
   Constituían la mayor parte de la población. Existían tres categorías. Por un lado, los libres, grupo reducido que cultivaba sus propias tierras. Por otro, los colonos que trabajaban las tierras de un señor (nobleza, Iglesia o rey) y, a cambio, pagaba un censo o contribución. Por último, los siervos que estaban sujetos al régimen señorial, es decir, los campesinos trabajaban las tierras de los señores. Los siervos pagaban impuestos por trabajar unas tierras que no eran suyas y por la utilización de los servicios comunes del señorío (molinos, graneros, etc.). Además, debían trabajar gratis la tierra del señor un número determinado de días al año (corveas). Estaban adscritos a la tierra, no podían abandonarla salvo cuando se dieran ciertas circunstancias (situación jurídica de semilibertad).

  • Burguesía.
   Grupo social relacionado con el desarrollo de las ciudades y de las actividades económicas urbanas como la artesanía y el comercio. La burguesía estaba dividida en dos grupos. La gran burguesía o patriciado que se dedicaba al comercio al por mayor. Este grupo adquirió una gran influencia social y política en la Corona de Aragón. El otro grupo era el común o gente menuda, cuyos miembros se dedicaban a actividades artesanales y al comercio al por menor.  
  • Grupos marginados y minorías.
  1. Pobres y vagos. Se caracterizaban por realizar trabajos esporádicos, pedir limosna o realizar pequeños hurtos. Eran atendidos por la Iglesia mediante las casas de caridad y los hospitales de pobres.
  2. Mudéjares. Musulmanes que residían en territorio cristiano. Se dedicaban a la artesanía y a la agricultura de regadío. Era un grupo importante en la Corona de Aragón  (Valencia y Aragón).
  3. Judíos. Ocupaban puestos de relevancia en la estructura político-administrativa (tesoreros, juristas, etc.) y ejercían profesiones liberales (médicos, traductores, etc.)
  Mudéjares y judíos fueron objeto de una gran hostilidad por parte de las clases populares. Por ello, surgieron barrios propios en las ciudades (morerías y juderías), y se les obligó a llevar  señas distintivas. Estas medidas provocaron un aumento de las conversiones, dando lugar a los cristianos nuevos o conversos.


2.6)  Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra al final de la Edad Media.
   La monarquía castellana era de carácter autoritario, es decir, el poder del monarca, en teoría, no puede estar limitado por ningún otro poder. El monarca recibía el apoyo de una serie de instituciones a la hora de ejercer las tareas de gobierno. Las más importantes eran el Consejo Real (órgano que asesoraba al rey en las tareas de gobierno, integrado mayoritariamente por juristas o expertos en leyes); la Audiencia (órgano supremo de justicia, sólo supeditado a la autoridad del monarca); la Contaduría (ocupaba de los ingresos y gastos de la Corona); y las Cortes. Surgen en el año 1188, pero no cobraron importancia hasta los siglos XIV y XV. Presentaban las siguientes características:
  • No tenían iniciativa legislativa, es decir, no pueden proponer leyes.
  • Pueden acudir a las Cortes representantes de la nobleza, el clero y los procuradores de diecisiete ciudades: Burgos, León, Zamora, Toro, Salamanca, Ávila, Soria, Segovia, Valladolid, Sevilla, Toledo, Córdoba, Jaén, Murcia, Cuenca, Guadalajara y Madrid (más Granada).
  • Solían reunirse cada dos años.
  • Su función más importante era la aprobación de subsidios (impuestos de carácter extraordinario).
   La monarquía de la Corona de Aragón era pactista. El gobierno de la monarquía se ejercía en virtud de un pacto o contrato establecido entre el monarca y sus súbditos, representados en Cortes. Cada Estado que integraba la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca) tenía cierta autonomía política e instituciones propias (Cortes). El rey tenía la titularidad de cada Estado (rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca y conde de Barcelona). En la Corona de Aragón, a diferencia de Castilla, aparece la delegación real, es decir, el monarca es sustituido por altos dignatarios que ayudaban al rey en sus tareas de gobierno y le sustituían en caso de ausencia. Las instituciones más importantes eran el Consejo Real (órgano de carácter consultivo); la Audiencia (órgano supremo de justicia); la Hacienda Real (ingresos y gastos de la Corona); el Justicia de Aragón (alto magistrado que intervenía en los pleitos entre el rey y los nobles e interpretaba el Derecho tradicional aragonés); y las Cortes (Aragón, Cataluña y Valencia). Había dos clases: Cortes generales de la Corona de Aragón (con representantes del reino de Aragón, del reino de Valencia y del condado de Cataluña); y las Cortes propias de cada Estado (Aragón, Valencia y Cataluña). Presentaban las siguientes características:
  • Tenían iniciativa legislativa, es decir,  pueden proponer leyes.
  • Estaban representados en Cortes los ricoshombres (alta nobleza), los  infanzones (baja nobleza), el clero y los ciudadanos.
  • Se reunían cada dos (Aragón) o tres años (Cataluña).
  • Aparición de la Diputación General o Generalitat cuya función era controlar que todos los acuerdos aprobados en Cortes fueran puestos en práctica.

   La monarquía navarra tiene similitudes con la aragonesa. El monarca estaba obligado a respetar los fueros navarros. Las Cortes navarras tenían amplias competencias como votar los impuestos ordinarios, control sobre los gastos e ingresos, etc. 

domingo, 21 de octubre de 2018

Bloque 5. La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833). Liberalismo frente a absolutismo. 5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflictos y fases de la guerra


Bloque 5. La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833). Liberalismo frente a absolutismo.

5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra.

 El concepto Antiguo Régimen hace referencia al sistema político, social y económico vigente en Europa entre la Edad Media y las revoluciones burguesas. Sus principales características son la monarquía absolutista, la organización estamental de la sociedad y el régimen señorial.

  1. Introducción.  El reinado de Carlos IV (1788-1808)

   Se produjeron dos hechos importantes al comienzo de su reinado de Carlos IV (1788-1808)
  • Convocatoria y reunión de las Cortes (1789). La reunión tenía como finalidad reconocer al príncipe Fernando (futuro Fernando VII) como heredero al trono. Pero, en las Cortes, se modificó la Ley Sálica, a través de la aprobación de una Pragmática Sanción. Ésta recogía el antiguo sistema sucesorio castellano que prefería, en igualdad de condiciones, al varón frente a la mujer. Sin embargo, la Pragmática nunca fue publicada, requisito imprescindible para que entrara en vigor. Esta cuestión tuvo importantes repercusiones tras la muerte de Fernando VII en 1833.
  • Estallido de la Revolución Francesa en 1789. Provocó una situación de pánico en las autoridades españolas porque temían que la revolución se extendiera a España.  En un Las relaciones entre España y la Francia revolucionaria atravesaron las siguientes fases:
ü  1789-1792. Neutralidad. Se optó por no intervenir en los asuntos internos franceses (inicio de las guerras de coalición).
ü  1793-1795. Guerra contra Francia. Manuel de Godoy se convirtió en primer ministro en 1792 gracias al apoyo de María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV. Godoy dirigió el gobierno hasta 1808, salvo un breve paréntesis entre 1798-1800. La ejecución del rey Luis XIV fue el desencadenante de la guerra contra Francia (denominada Guerra de la Convención o de los Pirineos). El enfrentamiento fue un desastre para los intereses españoles. El conflicto finalizó con la firma de la Paz de Basilea (julio de 1795). España tuvo que ceder su parte de la isla de La Española y Francia recibió ventajas comerciales en las colonias españolas en América.
ü  1796-1808. Alianza con Francia. Se plasmó en el Primer Tratado de San Ildefonso (agosto 1796). España tiene la necesidad de buscar una aliado poderoso como Francia para defender sus posesiones españolas en América, amenazadas por los británicos. Finalizó con la derrota de España y la destitución de Godoy (1798). En 1799, Napoleón tomó el poder en Francia. Para él, España era una pieza clave en su política expansionista. Por ello, forzó la firma del Segundo Tratado de San Ildefonso (1800) y presionó para que Godoy recuperase su cargo. Esta nueva alianza condujo a una guerra contra Portugal y un nuevo enfrentamiento contra Gran Bretaña en 1803. Los británicos derrotaron a una escuadra hispano-francesa en la Batalla de Trafalgar (octubre de 1805).

  1. Situación del país al comienzo de la guerra

   A finales de 1807, la situación del país era caótica porque se está produciendo una crisis múltiple:
  • Crisis demográfica. Provocada por la caída de la natalidad y el incremento de la mortalidad (hambre, guerras y epidemias).
  • Crisis agraria. Agravada por las guerras contra Gran Bretaña y el bloqueo continental. Se manifestó en la subida de los precios agrícolas (pan), que se tradujo en  un fuerte malestar popular.
  • Crisis comercial. La alianza con Francia, el bloqueo continental, la falta de una escuadra para oponerse a la británica y la dificultad de mantener las relaciones con las colonias americanas son factores que originaron la paralización de los intercambios comerciales.
  • Crisis financiera. Se manifestó en la bancarrota de la Hacienda Pública. La deuda era de 7200 millones de reales en 1808, cantidad diez veces superior a los ingresos de cada año.
  • Crisis política. Godoy y el propio rey, Carlos IV, son objeto de duras críticas por todos los sectores de la sociedad. La nobleza, el clero y el pueblo manifiestan su preferencia por el príncipe Fernando.

   Entre 1807 y 1808, se desarrollaron una serie de acontecimientos que condujeron a la Guerra de la Independencia:

ü  Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807). Permitía el paso de tropas francesas por territorio español. El objetivo, en teoría, era la ocupación de Portugal (aliada de Gran Bretaña). Los franceses aprovecharon el tratado para ocupar las principales ciudades españolas.
ü  Motín de Aranjuez (17-18 de marzo de 1808). Tras la ocupación francesa, Godoy planeó el traslado de la familia real a Andalucía para embarcarla rumbo a América. La primera etapa del viaje concluyó en Aranjuez. El príncipe Fernando, aprovechando el descontento popular por la presencia francesa, se amotinó y consiguió que su padre, Carlos IV, abdicará en su favor. Además, Godoy fue destituido.
ü  Abdicaciones de Bayona (5 de mayo de 1808). Tras convertirse en rey, Fernando VII se dirigió a Madrid. Allí recibió la orden de ir a la ciudad francesa de Bayona, donde Napoleón había convocado a Carlos IV. Las abdicaciones supusieron que la Corona española pasará de Fernando VII a Carlos IV, éste abdicó a favor de Napoleón y, finalmente, Napoleón cedió la Corona a José I, su hermano.
ü  Sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid. El malestar por la presencia de tropas francesas, la inquietud por las noticias que llegaban de Bayona y los preparativos para la salida del resto de la familia real de Madrid son los factores que explican la revuelta del pueblo madrileño. El levantamiento fue controlado por las tropas francesas, pero las revueltas populares se extendieron por el resto del país, iniciándose la guerra.


  1. Características, fases y consecuencias de la Guerra de la Independencia

   La Guerra de la Independencia presenta las siguientes características:
  • Guerra de liberación. Guerra provocada por la ocupación militar francesa. Se fundamenta en el Derecho natural a rechazar la dominación extranjera.
  • Guerra nacional. Es la nación quien se moviliza contra la ocupación militar extranjera. En el siglo XVIII, las guerras estaban protagonizadas por militares profesionales.
  • Guerra civil. Durante el conflicto, se desarrolla el enfrentamiento entre liberales y absolutistas, enfrentamiento que no concluirá hasta 1840.
  • Se inscribe en la crisis bélica de principios del siglo XIX: Guerra de la Independencia, proceso de emancipación de las colonias americanas y Primera Guerra Carlista.

   Podemos dividir el conflicto en tres grandes fases:

  • Mayo 1808-noviembre 1808. El hecho más destacado fue la Batalla de Bailén (agosto 1808). En Bailén (Jaén), las tropas españolas dirigidas por el general Castaños derrotaron al ejército francés mandado por Dupont. La victoria española tuvo una gran repercusión internacional porque fue la primera derrota del ejército napoleónico. Simultáneamente, Wellington expulsó a los franceses de Portugal.
  • Noviembre 1808-1811. Esta fase se inició con la intervención personal de Napoleón, que derrotó a españoles e ingleses en su marcha hacia Madrid. A finales de 1808, la capital es ocupada. En 1810, los franceses controlaban la mayor parte del territorio nacional, salvo algunos puntos del sur como Cádiz.
   El rasgo más sobresaliente de esta fase fue la aparición de una nueva forma de combatir, la guerra de guerrillas. Este modelo responde al principio del “pueblo en armas” y se parte de la aceptación de la propia inferioridad, que debe compensarse con una beligerancia total, es decir, no pueden utilizarse tácticas tradicionales. La táctica de la guerra de guerrillas se basaba en el ataque a fuerzas enemigas de dimensiones reducidas. Sus objetivos fundamentales eran las líneas de comunicación, la retaguardia, el transporte de armas, etc. Esta forma de combatir tenía un doble efecto sobre el ejército francés. Por un lado, obligaba a mantener un número muy elevado de tropas en tareas de vigilancia y, por otro lado, causa una tensión permanente en las tropas enemigas ante la posibilidad de un ataque en cualquier momento. La guerrilla aprovechaba el conocimiento del terreno y el apoyo de la población (información, alimentos, refugios, etc.). Desde 1808, la guerrilla colaboró con los ejércitos regulares español y británico. Posteriormente, en 1810, fueron reconocidas por la Junta Central.
  • 1812-1814. Supone la vuelta a una guerra convencional, con el apoyo de la guerrilla. A partir de 1812, las tropas francesas se retiran hacia la frontera ante la imposibilidad de hacer frente a dos conflictos: España y Rusia. Las tropas españolas consiguen derrotar a los franceses en una serie de batallas como Arapiles (julio 1812), Vitoria (junio 1813) y San Marcial (agosto 1813). El 11 de diciembre de 1813 se firmó el Tratado de Valençay por el que Napoleón cede la Corona española a Fernando VII. El conflicto concluye en abril de 1814.

   Las principales consecuencias de la Guerra de la Independencia fueron:

  1. Elevadas pérdidas humanas, alrededor de 300000.
  2. Enormes daños materiales: infraestructuras, cosechas, ganado, etc.
  3. Favoreció la desintegración del imperio colonial español en América porque se crearon las condiciones necesarias para el comienzo del proceso emancipador.
  4. España se convirtió en una potencia de segundo orden en el ámbito europeo.
  5. Permitió que surgieran los elementos necesarios para el desarrollo de una revolución política liberal.
  6. Inició la intervención de los militares en la vida política, rasgo característico de los siglos XIX y XX.

  1. La monarquía de José I

   Hizo frente a una serie de dificultades como el rechazo popular, la intervención constante de Napoleón en los asuntos españoles, etc.
   La monarquía de José I quedó diseñada en el Estatuto de Bayona (7 de julio de 1808). El Estatuto tiene un doble carácter. Por un lado, es reformista porque se reconocen una serie de derechos individuales como la libertad de imprenta, la igualdad fiscal, la libertad de comercio, etc. Por otro lado, es tradicional porque se mantienen un gran número de privilegios estamentales, el rey concentra todos los poderes, la confesionalidad religiosa católica, etc. El Estatuto no es una Constitución, ya que no responde al principio de soberanía nacional. Se ajusta más al modelo de carta-otorgada, es decir, el monarca cede parte de su soberanía graciosamente, sin estar obligado a hacerlo.
   La monarquía de José I fue apoyada por un sector minoritario de la población española, los afrancesados. Solían proceder de las clases altas (nobleza o gran burguesía) y apoyaron las reformas realizadas por Carlos III, que habían concluido con los inicios de la Revolución Francesa. Los afrancesados justificaban su actitud en la idea de que el cambio de dinastía era una oportunidad para llevar a cabo las reformas necesarias que permitieran la modernización del país. Tras la guerra, una gran parte de ellos abandonaron el país (12000/15000).

  1. Las Juntas

   Fueron los organismos que asumieron el poder político en la España opuesta a los franceses. Son expresión de la participación popular en la vida política. En un primer momento, aparecieron las Juntas locales, más tarde las provinciales y, en septiembre de 1808, se constituyó la Junta Central Suprema, presidida por el conde de Floridablanca.
   La actuación de la Junta fue la siguiente:
  1. Dirigir la guerra contra los franceses. En este sentido, se firmó una alianza con Gran Bretaña el 14 de enero de 1809.
  2. Gobernar el país ante la ausencia del rey, Fernando VII.
  3. Realizar una convocatoria a Cortes extraordinarias en Cádiz. Se trataba de una iniciativa revolucionaria porque la convocatoria era una facultad real.
   En febrero de 1810, la Junta Suprema se autodisolvió y traspasó sus poderes al Consejo de Regencia.

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