miércoles, 30 de marzo de 2011

Indignaos

                               ¡INDIGNAOS!     
De Stephane Hessel (El único redactor vivo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos)
   Después de 93 años, estoy cerca del final. El final para mi ya no está muy lejos. Pero todavía permítanme recordar a otros que actuaron basados en mi compromiso político. Fueron los años de resistencia a la ocupación Nazi -- y el programa de derechos sociales elaborado hace 66 años atrás por el Consejo Nacional de la Resistencia.
   Es a Jean Moulin [miembro asesinado del Consejo] a quien le debemos como parte de este Consejo, la unidad de todos los elementos de la Francia ocupada -- los movimientos, los partidos, los sindicatos -- para proclamar su membresía en la Francia combatiente, y le debemos esto al único líder que lo reconoció, el general Charles de Gaulle. Desde Londres donde me uní a de Gaulle en Marzo de 1941, aprendí que este Consejo había completado un programa lo adoptó el 15 de Marzo de 1944, que ofrece para la Francia liberada un grupo de principios y valores en los que descansaría la moderna democracia de nuestro país.
   Estos principios y valores los necesitamos más que nunca. Es hasta que nosotras lo veamos, todas juntas, que nuestra sociedad se vuelva una de la que estemos orgullosos, no esta sociedad de inmigrantes sin papeles -- expulsiones, sospechas respecto a los inmigrantes. No esta sociedad donde se cuestiona la seguridad social y los planes de pensiones y salud nacionales. No esta sociedad donde los medios masivos están en manos de los ricos. Son cosas en las que nos habríamos negado a ceder si fuésemos los herederos verdaderos del Consejo Nacional de la Resistencia.
   Desde 1945, después de un horroroso drama [La 2ª Guerra] hubo una ambiciosa resurrección de la sociedad a la que el mismo remanente del contingente del Consejo de la Resistencia se dedicó. Recordémosles mientras creaban un programa de salud nacional y de pensiones tal como la Resistencia quería, como su programa estipulaba, "un plan completo de salud nacional y seguridad social, apuntado a asegurar a todos los ciudadanos y ciudadanas los medios de subsistencia cuando sea que estén incapacitados para encontrar un trabajo; una jubilación que permita a los viejos trabajadores terminar sus días con dignidad.
   Las fuentes de energía, electricidad, y gas, minas, los grandes bancos, fueron nacionalizados. Ahora esto fue como el programa recomendaba: "... el retorno a la nación de los monopolizados medios de producción, frutos del trabajo común, fuentes de energía, riqueza de las minas, de compañías de seguros y de los grandes bancos; la institución de una verdadera democracia económica y social involucra la salida de los grandes feudos económicos y financieros de la dirección de la economía."
   El interés general debe dominar sobre los intereses especiales. El hombre justo cree que la riqueza creada en la esfera del trabajo debe dominar sobre el poder del dinero.
   La Resistencia propuso, "una organización racional de la economía asegurando la subordinación de los intereses especiales a los intereses generales, y la emancipación de los "esclavos" de la dictadura profesional que fue instituida en los Estados fascistas," que había usado el gobierno interino [por dos años después de la guerra] de la república como un agente.
   Una verdadera democracia necesita una prensa independiente, y la Resistencia lo sabía, lo demandaba, defendiendo "la libertad de prensa, su honor y su independencia del Estado, el poder del dinero y la influencia extranjera." Esto es lo que alivió las restricciones a la prensa desde 1944. Y la libertad de prensa está definitivamente en peligro hoy.
   La Resistencia solicitó una "real posibilidad para que todos los niños y niñas franceses se beneficien de la más avanzada educación" sin discriminación. Las reformas ofrecidas en el 2008 van contra este plan. Jóvenes profesores y profesoras, cuyas acciones apoyo, llegaron al extremo de negarse a aplicarlas, y vieron sus salarios reducidos como forma de castigo. Se indignaron, "desobedecieron", juzgando esas reformas demasiado alejadas del ideal de una escuela democrática, muy al servicio de una sociedad de comercio y no desarrollando la mente inventiva ni crítica suficiente.
   Todas las fundaciones de la conquista social de la Resistencia están amenazadas hoy.
   El motivo de la Resistencia: Indignación.
   Alguno se atreverá a decirnos que el Estado no puede afrontar los gastos de estas medidas para ciudadanos nunca más. ¿Pero cómo puede existir hoy una falta de fondos para apoyar y extender estas conquistas si la producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde el periodo de la Liberación cuando Europa estaba en ruinas? Al contrario, el problema es el poder del dinero, tan opuesto por la Resistencia y el gran hombre egoísta, con sus propios sirvientes en las altas esferas del Estado.
   Los bancos privatizados de nuevo, han probado estar más preocupados de sus dividendos y de los altos sueldos de sus líderes que del interés general. Esta disparidad entre los más pobres y los más ricos nunca había sido tan grande, ni amasar fortunas y la competición tan incentivada.
   ¡El motivo básico de la Resistencia fue la indignación!
   Nosotros, los veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas de combate de la Francia Libre, llamamos a la generación joven a vivir, transmitir, el legado de la Resistencia y sus ideales. Les decimos: Tomen nuestro lugar, ¡Indígnense!
   Los líderes políticos, económicos e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la opresión de una dictadura internacional real o de los mercados financieros que amenazan la paz y la democracia.
   Deseo para todas las personas, para cada una que tengan sus propios motivos de indignación. Es invaluable. Cuando alguien te atropella como era atropellado por el Nazismo, la gente se vuelve militante, fuerte y comprometida. Ellos se unen a este momento histórico y los grandes momentos de la historia deben continuar gracias a cada individuo. Y este momento conduce a más justicia, más libertad, pero no a esa libertad ilimitada del zorro en el gallinero. Los derechos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 son justamente eso, universales.
   Si te encuentras con un desfavorecido, siente pena por él pero ayúdale a ganar sus derechos.
   Dos visiones de la historia
   Cuando trato de entender qué causó el fascismo, lo que lo hizo que tantos fueran dominados por Hitler y el régimen de Vichy, me digo a mi mismo que los propietarios, con sus egoísmos estaban tremendamente asustados con la revolución Bolchevique. Se les permitió liderar con sus miedos.
   Pero si, hoy como entonces una activa minoría se levanta, será suficiente; debemos ser la levadura que hace que el pan suba. Ciertamente, la experiencia de una persona muy vieja como yo, nacida en 1917, es diferente a la experiencia de la gente joven de hoy en día. Yo a menudo le pido a profesores la oportunidad de interactuar con sus estudiantes y les digo: No tienen las mismas obvias razones para comprometerse. Para nosotros resistir era no aceptar la ocupación alemana, vencer. Esto fue relativamente sencillo. Simple como lo que siguió la descolonización. Entonces vino la guerra en Argelia.
   Era necesario que Argelia fuese independiente, era obvio. En cuanto a Stalin, aplaudimos la victoria del Ejército Rojo contra los Nazis en 1943. Pero ya sabíamos de las atrocidades stalinistas de 1935, e incluso si era necesario mantener los oídos abiertos hacia el comunismo para compensar el capitalismo estadounidense, la necesidad de oponernos a esta insoportable forma de totalitarismo se había establecido como una perogrullada. En mi larga vida presencié una sucesión de motivos para indignarme.
   Estas razones nacieron menos de una emoción que de un compromiso deliberado. Como estudiante de una escuela normal [una escuela de magisterio] fui muy influenciado por Sartre, un compañero de estudios. Su "La náusea" [Una novela], "El Muro" [Un drama] y "El Ser y la Nada" [un ensayo] fueron muy importantes en el entrenamiento de mi pensamiento. Sartre nos enseñó "Ustedes son responsables como individuos". Ese fue un mensaje libertario. La responsabilidad de una persona no puede ser asignada por el poder o una autoridad. Al contrario, es necesario estar involucrado en el nombre de la responsabilidad de uno como ser humano.
   Cuando entré en la French Ècole Normale Superieure, en la calle Ulm en París en 1939, entré como un ferviente adherente del filósofo Hegel, y adherí al pensamiento de Maurice Merleau-Ponty. Su enseñanza explora la experiencia concreta, la del cuerpo y sus relaciones con los sentidos, una gran sensación singular enfrentada con una pluralidad de sensaciones. Pero mi optimismo natural que busca que todo lo deseable sea posible, me llevó más bien a Hegel. El Hegelismo interpreta la larga historia de la humanidad como teniendo un significado: Es la libertad del hombre progresando paso a paso. La historia se hace de sucesivos choques y la toma en consideración de los desafíos. La historia de las sociedades y por lo tanto, de los avances, y al final el hombre ha alcanzado su plena libertad, tenemos en el estado democrático su forma ideal.
   Este es ciertamente otro entendimiento de la historia. Dice que el progreso está hecho de "libertad", luchando por "siempre más"; esto puede ser como si viviésemos en un huracán devastador. Así es como se lo representaba a un amigo de mi padre, el hombre que compartió conmigo un esfuerzo por traducir al alemán "En busca del tiempo perdido" [novela] de Marcel Proust.
Él era el filósofo alemán Walter Benjamin. Había elaborado una visión pesimista de una pintura de Paul Klee, un pintor suizo, el "Angelus Novus", donde la cara del ángel abre los brazos para contener y empujar una tempestad, que él identifica con el progreso. Para Benjamin, que se suicidaría en Septiembre de 1940 para escapar del Nazismo, el sentido de la historia es la progresiva dominación de un desastre tras otro.
   Indiferencia: La peor de las actitudes.
   Es verdad que las razones para estar indignadas pueden verse hoy menos claramente relacionadas o el mundo se ha vuelto demasiado complejo. ¿Quién está haciendo el ordenamiento, quién lo decide? No es siempre sencillo diferenciar entre todas las corrientes que nos gobiernan. No estamos lidiando con una pequeña elite cuyas actividades pueden ser fácilmente visibles. Este es un mundo vasto, en el cual tenemos una sensación de interdependencia. Vivimos en una interconectividad como nunca antes. Pero en este mundo todavía hay cosas intolerables. Para verlas, es bueno y necesario mirar, buscar. Le digo a los jóvenes, busquen poco y eso es lo que van a encontrar. La peor de las actitudes es la indiferencia, decir "No puedo hacer nada contra eso. Ya me las arreglaré para salir adelante." Por incluirte a ti mismo en esto, pierdes uno de los elementos que hacen al ser humano: la facultad de indignarse y el compromiso que es una consecuencia de lo primero.
   Ellos y ellas [las personas jóvenes] pueden desde ya identificar dos grandes desafíos nuevos:
1. La gran brecha que existe entre los más pobres y los más ricos y que no cesa de crecer. Es una innovación de los siglos 20 y 21. Los más pobres en el mundo de hoy ganan apenas dos dólares al día. Las nuevas generaciones no pueden dejar que esta brecha se vuelva mayor. Los reportes oficiales por sí solos deberían provocar un compromiso.
2. Derechos humanos y estado del planeta: Tuve la oportunidad después de la Liberación de participar en la escritura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Organización de las Naciones Unidas, el 10 de Diciembre de 1948 en París en el Palacio de Chaillot. Fue como secretario privado principal de Henry Laugier, el Secretario General adjunto de la ONU, y como secretario de la Comisión sobre Derechos Humanos que yo con otros participamos en la redacción de esta declaración. No sabría cómo olvidar el rol en su elaboración de René Cassin, quien fue comisionado nacional de justicia y educación en el gobierno de la Francia Libre en Londres en 1941 y ganó el Premio Nobel en 1968, ni el de Pierre Mendès-France en el Consejo Económico y Social a quien le enviábamos los borradores que producíamos antes de ser considerados por el Tercer Comité (Social, Humanitario y Cultural) de la Asamblea General. Fue ratificado por los 54 estados miembros en sesión de las Naciones Unidas y yo lo certifiqué como secretario.
   Es a René Cassin a quien le debemos el concepto de "derechos universales" en vez de "derechos internacionales" como lo planteaban nuestros amigos estadounidenses y británicos. Esto [universal en vez de internacional] fue clave porque, al final de la Segunda Guerra mundial, lo que estaba en juego era lo que iba a ser emancipado de las amenazas del totalitarismo que había pesado sobre la humanidad.
   Para llegar a ser emancipado era necesario obtener de los estados miembros de la ONU una promesa de respetar estos derechos universales. Esto fue una forma de tratar de burlar el argumento de "soberanía total" que cada nación enfatiza mientras se dedica a provocar violaciones contra la humanidad en su propio suelo. Tal sería el caso de Hitler quien se sentía con un poder supremo y autorizó a provocar un genocidio. Esta declaración universal le debe mucho a la repulsión universal hacia el Nazismo, el fascismo y el totalitarismo -- y le debe un montón, en nuestras mentes al espíritu de la Resistencia.
   Tenía la sensación de que era necesario moverse rápidamente para no ser engañados por la hipocresía que había en la composición de la ONU, algunos que reclamaban que esos valores ya estaban ganados no tenían intención alguna de promoverlos fielmente -- afirmaban que nosotros tratábamos de imponerles valores en la declaración.
   No puedo resistirme al deseo de citar el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948): "Toda persona tiene el derecho a una nacionalidad." El artículo 22 dice: "Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad." Y si bien esta afirmación tiene un alcance declarativo y no legal, ha jugado un papel muy importante desde 1948. Esto llevó al pueblo colonizado a pelear por su independencia; esto sembró en sus mentes una batalla por la libertad.
   Noto con satisfacción que en el curso de las últimas décadas ha habido un aumento en las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y en movimientos sociales como ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana) o como la FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) y Amnistía Internacional que son activos y competitivos. Es obvio que para ser efectivos hoy es necesario actuar en red, usar todos los medios de comunicación modernos.
   A la gente joven le digo: Miren alrededor, encontrarán temas que justifiquen su indignación -- hechos acerca del tratamiento de inmigrantes, de inmigrantes "ilegales", de gitanos. Encontrarán situaciones concretas que les llevan a fortalecer su acción ciudadana. ¡Busquen y encontrarán!
   Mi indignación por lo que ocurre en Palestina.
   Hoy mi mayor indignación tiene que ver con Palestina, la Franja de Gaza y Cisjordania. Este conflicto es indignante. Es absolutamente esencial leer el reporte de Richard Goldstone, de Septiembre del 2009, en Gaza, en que un juez sudafricano y judío que afirmaba aun ser un sionista, acusó al ejército israelí de haber cometido "actos comparables a crímenes de guerra y quizás en determinadas circunstancias, crímenes contra la humanidad" durante su "Operación Plomo Fundido" que duró 3 semanas.
   Volví a Gaza en 2009 cuando pude entrar con mi esposa gracias a nuestros pasaportes diplomáticos, para estudiar de primera mano lo que el reporte decía. La gente que nos acompañaba no fue autorizada a entrar en la franja. Allí y en Cisjordania. También visitamos el refugio de palestinos establecido por la UNRWA desde 1948, donde más de 3 millones de palestinos fueron expulsados desde sus tierras en Israel, esperando todavía un cada vez más problemático retorno.
   En cuanto a Gaza, esto es como una cárcel sin techo para un millón y medio de palestinos. Una prisión donde la gente se organiza para sobrevivir. A pesar de la destrucción material como la del Hospital de la Media Luna Roja por la Operación Plomo Fundido, esta el comportamiento de sus habitantes, su patriotismo, su amor por el mar y las playas, su constante preocupación por el bienestar de sus niños, que son innumerables y alegres, que permanecen en mi memoria. Estábamos impresionados con cuán ingeniosamente ellos enfrentaban todas las carencias que les han sido impuestas. Les vimos hacer ladrillos, por falta de cemento, para reconstruir las miles de casas destruidas por los tanques. Ellos nos confirmaron que hubo 1.400 muertos -- incluyendo mujeres, niños y ancianos en el campo palestino -- durante esta "Operación Plomo Fundido" llevada a cabo por el ejército israelí, comparada con tan sólo 50 personas heridas en el lado israelí. Comparto las conclusiones del juez sudafricano. Que estos judíos puedan, ellos mismos, perpetrar crímenes de guerra es insoportable. Ay, la historia no nos da ejemplos suficientes de gente que extrae lecciones desde su propia historia.
¿Terrorismo o exasperación?
   Sé que Hamas [partido de los luchadores de la libertad palestinos], que ha ganado las últimas elecciones legislativas, puede no ayudarlos que cohetes sean lanzados sobre ciudades israelíes en respuesta a la situación de aislamiento y bloqueo en que los gazanos viven. Pienso naturalmente que el terrorismo es inaceptable; pero es necesario admitir (desde la experiencia en Francia) que cuando el pueblo está ocupado por fuerzas inmensamente superiores a ellos mismos, la reacción popular no puede ser totalmente pacífica.
  ¿Le es útil a Hamas lanzar cohetes hacia Sdérot [pueblo israelí al otro lado de la frontera con la franja de Gaza]?
   La respuesta es no. Esto no sirve a sus propósitos pero ello puede explicar esto como una muestra de la exasperación de los gazanos. Bajo la noción de exasperación, es necesario entender la violencia como la lamentable conclusión de situaciones inaceptables a las cuales han sido sometidos.
   Por lo tanto, ellos pueden llamarlo, terrorismo como una forma de exasperación. Y este llamado "terrorismo" es un nombre inapropiado. Uno no debería tener que recurrir a esta exasperación, pero hay que tener esperanza. La exasperación es una negación de la esperanza. Es comprensible, diría que es casi natural, pero aún es inaceptable. Porque esto no permite a adquirir resultados que la esperanza posiblemente puede eventualmente producir.
   No violencia: El camino que debemos aprender a seguir.
   Estoy persuadido a que el futuro le pertenece a los no violentos, la reconciliación de diferentes culturas. Es por esta vía que la humanidad entrará a su siguiente etapa. Pero en esto estoy de acuerdo con Sartre: No podemos excusar a los terroristas que lanzan bombas, pero podemos entenderlos. Sartre escribió en 1947: "Reconozco que la violencia en cualquier forma que pueda manifestarse es un revés. Pero es un revés inevitable porque estamos en un mundo de violencia. Y si bien es cierto que el riesgo de recurrir a la violencia es permanente, es también cierto que es el medio seguro para hacerla detenerse."
   A esto añadiría que la no-violencia es una segura forma de hacer que la violencia se detenga. Uno no puede tolerar el terrorismo, usando a Sartre o en el nombre de este principio, durante la guerra de Argelia ni durante los juegos olímpicos de Munich en 1972, en el intento de asesinato contra los atletas israelíes. El terrorismo no es productivo y Sartre mismo se preguntaría al final de su vida sobre el sentido de la violencia y dudar de su razón de ser.
   Sin embargo, proclamar "la violencia no es efectiva" es más importante que saber si uno debe condenar o no a quienes se dedican a esto. El terrorismo no es efectivo. En la noción de la efectividad, una esperanza no sangrienta es necesaria. Si hay una esperanza violenta, está en el poema de William Appollinaire "la esperanza es violenta" y no en la política.
   Sartre, en marzo de 1980, a tres semanas de su muerte declaró: "Es necesario tratar de explicar por qué el mundo de hoy, que es horrible, es sólo un instante en un largo desarrollo histórico, que la esperanza siempre ha sido una de las fuerzas dominantes en revoluciones e insurrecciones y cómo todavía siento esperanza como mi concepción de futuro.
   Es necesario entender que la violencia se opone a la esperanza. Es necesario preferir la esperanza, esperanza por sobre la violencia. La no-violencia es el camino que debemos aprender a seguir. También los opresores.
   Es necesario llegar a negociaciones para quitar la opresión; esto es lo que permitirá no tener más violencia terrorista. Por lo tanto no debemos permitir que se acumule demasiado odio.
   El mensaje de Mandela y Martin Luther King encuentra toda su pertinencia en el mundo que ha superado la confrontación de ideología [p.e. Nazismo] y el totalitarismo conquistador [p.e. Hitler]. Esto es también un mensaje de esperanza en la capacidad de las sociedades modernas de sobreponerse a conflictos por medio del mutuo entendimiento y una paciente vigilancia. Para alcanzar este punto es necesario basarse en derechos, en vez de violaciones, quien sea el autor, debe causar nuestra indignación. No hay que transar estos derechos.
   Por una insurrección pacífica.
   He apreciado, y no soy el único, la reacción del gobierno israelí cuando por la forma en que cada viernes los ciudadanos de Bil'in protestaban sin usar piedras ni la fuerza hasta el muro de separación. Las autoridades israelíes calificaron esto como un "terrorismo no sangriento". Esto es algo bueno... Es necesario ser israelí para calificar la no violencia como terrorista. Es especialmente necesario para ser incómodos [como le resultaba a los israelíes] por la eficacia de la no-violencia, que se encuentra para provocar apoyo, entendimiento -- el apoyo de todas las personas que en el mundo son adversarias de la opresión.
   El pensamiento productivista, impulsado por Occidente condujo al mundo a una crisis de la que debe salir a través de una radical ruptura con el concepto de "crecer" no solo en el campo financiero sino también en el dominio de las ciencias y la tecnología. Ya es el momento de que las preocupaciones acerca de la ética, la justicia y el equilibrio duradero (económico y medio ambiental) prevalezcan. Porque son los riesgos más serios que nos amenazan. Ellos pueden poner fin a la aventura humana en el planeta, que puede llegar a ser inhabitable para los humanos.
   Pero sigue siendo cierto que el progreso más importante fue hecho después de 1948 [año de la fundación de la ONU y la declaración de los Derechos Humanos]: descolonización, el fin del apartheid, la destrucción del imperio soviético, la caída del muro de Berlín. Por otro lado, los diez primeros años del siglo XXI fueron un periodo de degeneración. Esta degeneración es explicada en parte por la presidencia de George Bush, los eventos del 11 de Septiembre y desastrosas consecuencias que involucran a los Estados Unidos, tales como la intervención militar en Iraq.
   Tenemos esta crisis económica, pero todavía no iniciamos una nueva política de desarrollo. Del mismo modo, la cumbre de Copenhague contra el cambio climático no produjo una política real para la preservación del planeta.
   Estamos en el umbral entre el terror de la primera década y las posibilidades de las décadas que siguen. Pero es necesario tener esperanza, es siempre necesario. La década anterior, la de los noventa, ha sido un tiempo de gran progreso. Las Naciones Unidas tuvieron la sabiduría de llamar a conferencias como la de Río sobre medio ambiente, en 1992, y la de Beijing sobre la mujer en 1995. En Septiembre del 2000, por iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, los 191 miembros adoptaron una declaración con "8 objetivos del milenio para el desarrollo" de la que notablemente prometieron reducir la pobreza en el mundo a la mitad para el 2015.
   Mi pesar está en que ni Obama ni la UE se han comprometido a lo que debiera ser su aportación por una fase constructiva, basada en valores fundamentales.
   Conclusión.
   ¿Cómo concluir este llamado a la indignación? Diciendo todavía lo que, en ocasión del sexagésimo aniversario del programa del Consejo Nacional de la Resistencia dijimos el 8 de Marzo del 2004 -- somos veteranos de los movimientos de resistencia y fuerzas de combate de la Francia Libre (1940-1945) -- que ciertamente "El nazismo fue derrotado, gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y a las Naciones Unidas contra la barbarie fascista. Pero esta amenaza no ha desaparecido y nuestra ira contra la injusticia sigue intacta". No, esta amenaza no ha desaparecido por completo. Convoquemos una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos contra todos."
   A todas las personas que harán el siglo XXI, les decimos con afecto:
   CREAR ES RESISTIR; RESISTIR ES CREAR.
P.D: Espero que lo disfrutéis tanto como yo, y que encontréis ese motivo de indignación que os haga sentir vivos.

lunes, 21 de marzo de 2011

La Retauración. El Reinado de Alfonso XII y la Regencia de María Cristina. Republicanismo y Nacionalismo.

LA RESTAURACIÓN. EL REINADO DE ALFONSO XII Y LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA. REPUBLICANISMO Y NACIONALISMO


Tras el fracaso de la Primera República, el republicanismo se dividió en diversos grupos:
  • Republicanos históricos o posibilistas (Emilio Castelar). Partidarios de una democracia conservadora.
  • Republicanos federalistas (Pi y Margall). Cercanos a las organizaciones obreras. Con el paso del tiempo, perdieron influencia entre los trabajadores.
  • Republicanos progresistas (Ruiz Zorrilla). Buscaba un cambio del sistema político utilizando la vía del pronunciamiento militar.
   A principios del siglo XX, surgieron diversos partidos republicanos. El más importante fue el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux (1908). Partido con planteamientos españolistas, anticlerical y aparentemente revolucionario. Era un partido populista y demagógico. Importancia entre las clases medias y  sectores de la clase trabajadora. Los republicanos establecieron una alianza con los socialistas en 1909 para luchar contra la monarquía.
           

NACIONALISMO


   Corriente ideológica que defiende que las naciones con lengua, cultura, historia y costumbres propias se constituyan como Estados independientes y soberanos. Una corriente nacionalista reclama la autonomía dentro del Estado español; otra reivindica la independencia. El nacionalismo es una manifestación ideológica de las clases medias.


NACIONALISMO CATALÁN
 

   En el siglo XIX, se reavivaron los sentimientos de diferenciación cultural y política con respecto a otras regiones de España. Cataluña era una región urbana e industrial, mientras que el resto del país era agrícola y rural. Los momentos más importantes en la configuración del nacionalismo catalán fueron:

  • El desarrollo de la renaixença: movimiento intelectual y literario de carácter burgués que tenía como objetivos la difusión de la historia catalana y la recuperación de la identidad catalana, especialmente la lengua.

  • La fundación del Centre Catalá (1882). Fundado por Valentí Almirall, padre del catalanismo. Era una asociación política catalanista que reclamaba la autonomía para Cataluña dentro del Estado español.


  • La actividad de Prat de la Riba. Redactó el programa del nacionalismo catalán hasta la Segunda República. Ese programa se conoce con el nombre de Bases de Manresa. Los puntos más importantes eran la petición de autonomía para Cataluña; el reconocimiento del catalán como lengua oficial, y la recuperación de las Cortes catalanas.

  • La creación de la Lliga Regionalista (1901), dirigida por Prat de la Riba y Cambó. Partido burgués, católico, de carácter conservador. Sus objetivos eran la autonomía política y la defensa de los intereses económicos de Cataluña. Fue la principal fuerza política catalana en el primer tercio del siglo XX. Su éxito más importante fue la creación de la Mancomunidad Catalana, es decir, la agrupación de las cuatro diputaciones provinciales catalanas (se consideraba el paso previo para lograr la autonomía). En los años veinte, surgió un catalanismo independentista y de izquierdas.


NACIONALISMO VASCO


   Su desarrollo es más tardío que el catalán porque carecía de una tradición literaria y el euskera sólo tenía un uso rural.
   La figura más importante fue Sabino Arana que, en 1895, fundó el Partido Nacionalista Vasco. Las ideas del nacionalismo vasco son las siguientes:

  • Creación de un Estado vasco independiente del Estado español, formado por el País Vasco español, el País Vasco francés (Laburdi y Zuberoa) y Navarra.

  • Antiespañolismo porque España había esclavizado a la patria vasca.

  • Exaltación de la etnia vasca, es decir, los vascos serían un grupo racial diferenciado. Protección de ese grupo mediante la prohibición de los matrimonios mixtos o el rechazo a los inmigrantes de otras zonas de España.

  • Integrismo religioso católico. Se rechaza cualquier otra religión.

  • Difusión del idioma y de las tradiciones culturales vascas.

  • Defensa del mundo rural vasco. Consideran que es un mundo sin castellanizar, sin contaminar.

  • Denuncia del carácter españolista del carlismo. Piensan que los fueros era una concesión de la Corona española.

   Las principales bases del nacionalismo vasco fueron Vizcaya y Guipúzcoa. Fue apoyado por las clases medias. El nacionalismo, tras la incorporación de la gran burguesía vasca (financieros e industriales), adquirió uno de sus rasgos más característicos: la tensión interna entre los militantes de base (partidarios de la independencia) y la dirección del partido (autonomía dentro del Estado español).

Textos. Economía y sociedad en la España del siglo XIX. Restauración.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX (Restauración)




 Programa del PSOE


   Considerando que la sociedad actual tiene tan solo por fundamento el antagonismo de clases; que este ha alcanzado en nuestros días su mayor grado de desarrollo, como bien claro lo revela el cada vez más reducido número de los inmensamente ricos y el siempre creciente de los inmensamente pobres; que la explotación que ejercen aquellos sobre estos es debida únicamente a la posesión de los primeros de la tierra, máquinas y demás instrumentos de trabajo; que dicha posesión está garantizada por el poder político, hoy en manos de la clase explotadora; es decir, de la clase media.
   Por otra parte: considerando que la necesidad, la razón y la justicia exigen que el antagonismo entre una y otra clase desaparezca, reformando o destruyendo un estado social que tiene sumidos en la más espantosa miseria a los que emplean toda su vida en producir la riqueza que poseen los que en muy poco, o nada, son útiles a la sociedad; que esto no se puede conseguir más que de un solo modo: aboliendo las clases y con ellas los privilegios y las injusticias que actualmente reinan y creando en su lugar colectividades obreras unidas entre sí por la reciprocidad y el interés común; que las transformaciones de la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera es la base firme y segura en que ha de descansar la emancipación de los trabajadores; que la poderosa palanca con que estos han de remover y destruir los obstáculos que a dicha transformación de la propiedad se opongan ha de ser el poder político, del cual se vale la clase media para impedir la reivindicación de nuestros derechos.
   Por tanto, el Partido Socialista Obrero Español declara que su aspiración es:

   Abolición de clases, o sea, emancipación completa de los trabajadores. Transformación de la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera. Posesión del poder político por la clase trabajadora.
   Y como medios inmediatos para acercarnos a la realización de este ideal, los siguientes:
    Libertades políticas. Derecho de coalición o legalidad de las huelgas. Reducción de las horas de trabajo. Prohibición del trabajo de los niños menores de nueve años, y de todo trabajo poco higiénico o contrario a las buenas costumbres, para las mujeres. Leyes protectoras de la vida y de la salud de los trabajadores. Creación de comisiones de vigilancia, elegidas por los obreros, que visitarán las habitaciones en que éstos vivan, las minas, las fábricas y los talleres. Protección a las Cajas de socorros mutuos y pensiones a los inválidos del trabajo. Creación de escuelas gratuitas para la primera y segunda enseñanza y de escuelas profesionales en cuyos establecimientos la instrucción y educación sean laicas. Justicia gratuita y Jurado para los delitos. Servicio de las Armas obligatorio y universal y milicia popular. Reformas de las leyes de inquilinato y desahucios y de todas aquellas que directamente lesionen los intereses de la clase trabajadora. Adquisición por el Estado de todos los medios de transporte y de circulación, así como de las minas, bosques, etc., etc., y concesión de los servicios de estas propiedades a las asociaciones obreras constituidas o que se constituyan al efecto. Y todos aquellos medios que el Partido Socialista Obrero Español acuerde según las necesidades de los tiempos.


 Madrid, 9 de julio de 1879. Alejandro Ocina, Gonzalo H. Zubiaurre, Victoriano



Descripción de la clase media


 (...) Ya no era el apocado y meticuloso provinciano recién llegado a Madrid a pretender un destinillo que nunca se me daba; que estudiaba en los transeúntes el modo de andar y de vestir a la moda, y, estrujando los bolsillos para sacar un puñado de pesetas que no eran mías, adquiría con ellas un contrahecho arreo con que presentarme, tropezón y balbuciente, entre las gentes elegantes; (...) vestía a la moda porque mi sueldo, casi doblado desde que me había metido a crítico, daba para ello; era yo, en fin, un publicista que tenía un nombre que sonaba mucho en tertulias y cafés, y amigos y admiradores, y trato de gentes, y soltura y desembarazo para andar por Madrid como por mi casa (...) ¿Quién, pues, como yo para entender con planta firme en los empingorotados salones y aspirar a ser el mimado cronista de sus fiestas y ornamentos?


   J.M. de Pereda: Pedro Sánchez, 1883



La sociedad española de finales del siglo XIX


  Los que deseen formarse clara idea de las condiciones en que vive nuestro pueblo, deben visitar las casas cuyas señas indicamos, y examinar por sí mismos los alimentos y los vestidos; solo así se podrá adquirir un conocimiento exacto de cosas que no son para ser descritas al por menor. La mortalidad en las masas obreras es superior a la de las demás clases sociales. Para convencerse de ello basta comparar el número de defunciones por cada mil habitantes que ocurren en los distritos de Madrid donde predominan las gentes pobres (Latina, Inclusa...), con las cifras análogas obtenidas en los barrios poblados por personas ricas o clase media (Centro, Buenavista...). En algunas calles habitadas casi completamente por jornaleros y desvalidos la cifra relativa de mortalidad está representada casi por el doble de la cifra media de Madrid, según se deduce de los datos consignados en el registro civil.
Influyen en tan malos resultados dos géneros de causas:
   1. La mala alimentación, vestidos, habitación, etc.
   2. La ausencia completa en los talleres de las precauciones sanitarias (...). Los alimentos que consumen en Madrid los obreros son caros y malos (...).
El obrero toma menos cantidad de materia alimenticia de la que necesita, y esta cantidad no tiene para la nutrición el valor que aparenta. Consecuencias finales: el agotamiento gradual de fuerzas, la predisposición a enfermar, el exceso de mortalidad.
   Los obreros de Madrid viven: Algunos en barrios construidos para estas clases. Muchos, en otros barrios donde preponderan las masas jornaleras. Bastantes en buhardillas y patios de distintas casas.
   Los primeros son los que se encuentran mejor alojados. Uno de los barrios, deja hoy por hoy poco que desear. Las últimas casas que se han levantado en él constan: de un recibimiento, cuartito para guardar ropas o herramientas, cocina y patio en la planta baja, un saloncito y dos alcobas en el principal. Los obreros que ocupan las casas pueden adquirirlas abonando en un período que no ha de pasar de veinte años cuatro mil doscientas cincuenta pesetas. Los barrios de Madrid donde preponderan los obreros carecen de limpieza, de higiene y de toda clase de condiciones para ser habitados, sin dejar de hallarse en continuo peligro la salud y la vida de sus moradores. Visítense detenidamente la mayor parte de las casas de muchas calles
(...) y se verá hasta qué punto se hacinan aquí las gentes en miserables cuartuchos”.


Enrique Serrano Fatigati, 1884



 En Madrid, uno se pregunta dónde empieza el gran mundo y dónde termina. Todo el mundo se conoce. Una presentación se acompaña inevitablemente del ofrecimiento, por ambas partes, de su casa. Y puede aceptarse la hospitalidad sin temor a encontrarse nunca con mala cara o mala acogida en casa de nadie.
   Desde hace dos o tres años las señoras españolas han establecido la costumbre de tener ‘un día’ para recibir; pero se va a todas partes, en cualquier momento; las visitas, las comedias de salón, las cenas y los paseos ocupan la vida corriente de las madrileñas. Se acuesta uno a las dos o las tres de la madrugada y se levanta uno a las diez, sin otra preocupación que la de distraerse. Para un joven como usted, Madrid es la tierra prometida. Durante seis meses del año le faltará tiempo para divertirse (...) hay diez días de gala, once de media gala, una temporada de ópera y salones permanentes en los que se recibe cuatro veces por semana; un encantador paseo de coches en el Retiro, corridas de toros, carreras de caballos, los conciertos de primavera y los días de moda en el Teatro Español y en la Comedia. Si con este repertorio se aburre usted, es que ya está hastiado de todos los placeres. Lo primero que debe hacer es abonarse a la Ópera, le guste o no le guste la música; mejor es que no le guste, y así compartirá esa indiferencia con el gran mundo madrileño. Solo el pueblo, colocado en el inmenso gallinero de lo alto, escucha en la Ópera la música que adora. Ya le he dicho que cada palco es un salón, donde se visita a los amigos; es allí donde se hacen las presentaciones y se conoce a la gente por primera vez. Hermosas mansiones, viejos palacios, reciben a la vez a aristócratas, altos funcionarios, generales y financieros, poetas y novelistas. Lo encantador de estas reuniones es la nobleza de sentimientos, la tolerancia de este gran mundo, donde Castelar y Cánovas, Martos y Carvajal, carlistas y demócratas, se tutean, se abordan y se quieren, porque el español no es rencoroso”.


Conde Paul Vasili, 1885.



   Criáronle con regalo y exquisitos cuidados, pero sin mimo. Don Baldomero no tenía carácter para poner freno a su estrepitoso cariño paternal, ni para meterse en severidades de educación y formar al chico como le formaron a él. Santa Cruz tenía muy presentes las ferocidades disciplinarias de su padre, los castigos que le imponía y las privaciones que le había hecho sufrir. Todas las noches del año le obligaba a rezar el rosario con los dependientes de la casa; hasta que cumplió los veinticinco nunca fue a paseo solo, sino en corporación con los susodichos dependientes; el teatro no lo cataba sino el día de Pascua, y le hacían un trajecito nuevo cada año, el cual no se ponía más que los domingos. Teníanle trabajando en el escritorio en el almacén desde las nueve de la mañana a las ocho de la noche, y había de servir para todo, lo mismo para mover un fardo que para escribir cartas. Al anochecer, solía su padre echarle los tiempos por encender el velón de cuatro mecheros antes de que las tinieblas fueran completamente dueñas del local. En lo tocante a juegos, no conoció nunca más que el mus, y sus bolsillos no supieron lo que era un cuarto hasta mucho después del tiempo en que empezó a afeitarse. Todo fue rigor, trabajo, sordidez. Pero lo más particular era que creyendo don Baldomero que tal sistema había sido eficacísimo para formarle a él, lo tenía por deplorable tratándose de su hijo. Esto no era una falta de lógica, sino la consagración práctica de la idea madre de aquellos tiempos: el progreso: ‘¿Qué sería del mundo sin progreso?’, pensaba Santa Cruz, y al pensarlo sentía ganas de dejar al chico entregado a sus propios instintos.
Había oído muchas veces a los economistas que iban de tertulia a casa de cantero, la célebre frase laissez aller, laissez passer (…). Felizmente para Juanito, estaba allí su madre, en quien se equilibraban maravillosamente el corazón y la inteligencia. Sabía coger las disciplinas cuando era menester y sabía ser indulgente a tiempo. Si no le pasó nunca por las mientes obligar a rezar el rosario a un chico que iba a la universidad y entraba en la cátedra de Salmerón, en cambio no le dispensó del cumplimiento de los deberes religiosos más elementales. Bien sabía el muchacho que si hacía novillos a la misa de los domingos, no iría al teatro por la tarde, y que si no sacaba buenas notas en junio, no había dinero para el bolsillo, ni toros, ni excursiones por el campo (…) ni los demás divertimentos con que se recompensaba su aplicación (…). La casa era tan grande, que los dos matrimonios vivían en ella holgadamente y les sobraba espacio. Tenían un salón algo anticuado, con tres balcones. Seguía por la izquierda el gabinete de Barbarita, luego otro aposento, después la alcoba. A la derecha del salón estaba el despacho de Juanito, así llamado, no porque este tuviese nada que despachar allí, sino porque había mesa con tintero y dos hermosas librerías. Era una habitación muy bien puesta y cómoda. El gabinetito de Jacinta, inmediato a esta pieza, era la estancia más bonita y elegante de la casa y la única tapizada con tela; todas las demás lo estaban con colgadura de papel, de un arte dudoso, dominando los grises y tórtola con oro (…). Los muebles eran de raso y felpa y seda combinadas con arreglo a la moda, siendo de notar que lo que allí se veía no chocaba por original ni tampoco por rutinario. Seguía luego la alcoba del matrimonio joven, la cual se distinguía principalmente de la paterna en que en esta había lecho común y los jóvenes los tenían separados. Sus dos camas de palosanto eran muy elegantes, con pabellones de seda azul. La de los padres parecía un andamiaje de caoba con cabecera de morrión y columnas como las de un sagrario de Jueves  Santo. La alcoba de los pollos se comunicaba con habitaciones de servicio y le seguían dos grandes piezas que Jacinta destinaba a los niños… cuando Dios se los diera (…). El comedor era interior, con tres ventanas al patio, su gran mesa y aparadores de nogal llenos de finísima loza de China, la consabida sillería de cuero claveteado, y en las paredes papel imitando roble, listones claveteados también, y los bodegones al óleo (…). Estaban abonados los Santa Cruz a un landó. Se los veía en los paseos; pero su tren era de los que no llaman la atención. Juan solía tener por temporadas un factón o un tílburi, que guiaba muy bien, y también tenía caballo de silla; mas le picaba tanto la comezón de la variedad, que a poco de montar un caballo ya empezaba a encontrarle defectos y quería venderlo para comprar otro. Los dos matrimonios se daban buena vida (…). Comían bien: en su casa había muy poca etiqueta y cierto patriarcalismo, porque a veces se sentaban a la mesa personas de clase humilde y otras muy decentes que habían venido a menos. No tenían cocinero de estos de gorro blanco, sino una cocinera antigua muy bien amañada, que podía medir sus talentos con cualquier jefe; y la ayudaban dos pinchas, que más bien eran alumnas. Todos los primeros de mes recibía Barbarita de su esposo mil duretes. Don Baldomero disfrutaba de una renta de veinticinco mil pesos, parte de alquileres de su casa, parte de acciones del Banco de España y lo demás de la participación que conservaba en su antiguo almacén. Daba además a su hijo dos mil duros cada semestre para sus gastos particulares, y en diferentes ocasiones le ofreció un pequeño capital para que emprendiera negocios por él; pero al chico le iba bien con su dorada indolencia y no quería quebraderos de cabeza: el resto de su renta lo capitalizaba don Baldomero, bien adquiriendo más acciones cada año, bien amasando para hacerse con una casa más (…). Del gobierno doméstico cuidaban las dos, pero más particularmente la suegra, que mostraba ciertas tendencias al despotismo ilustrado.


Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta (1886-1887)



Contra el proteccionismo económico.


   ¿Alzar una barrera a través de los derechos arancelarios es por ventura el único medio de proteger la agricultura? No (...) ¿Cree el Sr. Cánovas que es el único remedio para que los males de la agricultura desaparezcan, que no hay otra solución que la de elevar los derechos establecidos en el arancel para los cereales? Pues de esta manera sólo conseguirá encarecer la vida, dificultar la producción y ponernos, por tanto, en peores condiciones en la lucha con los países que hoy en día producen más barato que nosotros.


J. López Puigcerver: Diario de Sesiones de las Cortes (1888)



Crítica al proteccionismo
 

   El proteccionismo, aprovechando la reacción política y económica de la restauración, ha conseguido paralizar la reforma de 1869 […]. Yo no diré ahora […] que sean precisamente debidos todos los progresos evidentes de todas las industrias en España a la reforma de 1869; pero sí diré, porque es notorio, que los progresos de todas las industrias españolas importantes han coincidido en el tiempo con las varias reformas arancelarias liberales que se han hecho desde 1841 acá. […] Veamos el efecto necesario de la subida de los aranceles, que es el famoso remedio proteccionista.
[…] Sucederá, si el artículo recargado es de absoluta necesidad para la vida, que una parte de lo que el país dedicaba a satisfacer esa necesidad con productos del extranjero, irá a aumentar el consumo de los similares nacionales, pero esto se verificará a costa de una reducción en el consumo de todos los demás artículos menos necesarios. La industria favorecida obtendrá una ventaja; para las demás se agravará o se presentará la crisis; y si se elevan los derechos de todas, la ruina será general e inevitable para productores y consumidores.
¿Qué sucede, en efecto, en las industrias protegidas? El producto se encarece, si es su consumo necesario […]; los productores pueden realizar y realizan grandes beneficios. El capital que está invertido en otras industrias, al ver que en la protegida se obtienen beneficios mayores, acude a ella abandonando su anterior empleo […].
Por esta excitación resulta una afluencia anormal del capital y del trabajo a la producción de los artículos favorecidos, que llega a aumentar su número con exceso sobre las necesidades naturales y propias del mercado. La venta se hace difícil, los almacenes se llenan de mercancías sin salida, y preséntase fatalmente la crisis, la cual no puede cesar sino disminuyendo la producción; esto es, haciendo todo lo contrario de la elevación de los derechos protectores que la estimulan artificial y violentamente.


Gabriel Rodríguez, «De la libertad de comercio», Revista de España, 1888.



La vida de la clase obrera


   La mortalidad en las masas obreras es superior a la de las demás clases sociales. […] Influyen en tan malos resultados dos géneros de causas: 1.º La mala alimentación, vestidos, habitación, etc. 2.º La ausencia completa en los talleres de las precauciones sanitarias adoptadas primero en los pueblos sajones (Inglaterra, Estados Unidos, Australia…), y luego en casi todos los civilizados. Estas precauciones son muy necesarias en las industrias donde se desprenden partículas sólidas o gases. […] El obrero toma menos cantidad de materia alimenticia de la que necesita […]. Consecuencias finales: el agotamiento gradual de fuerzas, la predisposición a enfermar, el exceso de mortalidad que hemos indicado. […]
   Los barrios de Madrid donde preponderan los obreros carecen de limpieza, de higiene y de toda clase de condiciones para ser habitados, sin dejar de hallarse en continuo peligro la salud y la vida de sus moradores. Visítense detenidamente la mayor parte de las casas de muchas calles, como las del [se citan calles concretas] y se verá hasta qué punto se hacinan aquí las gentes en miserables cuartuchos.
   La edad de seis años para empezar a trabajar es la general no solo en Cataluña, sino en los demás centros fabriles de España […]. En estas regiones como en las antes citadas trabajan [los niños] de doce a trece horas, ganan muy poco y se les trata muy mal […]. Se les emplea en todos [los tipos de trabajo], sin andarse con […] distinciones [de edad o sexo], y es muy natural que así sea, pues los niños, a pesar de su escasa fuerza productora, tienen para el capitalista la doble ventaja de costar poco en el mercado de trabajo y contribuir con su presencia en él a abaratar el precio de alquiler del trabajo adulto.


 Comisión de Reformas Sociales, Información oral y escrita (1889)



   En mi oficio, el término medio del salario de un oficial de encuadernador es de 10 reales; y el gasto diario de una familia, suponiéndola de tres individuos, y creo que no exagero es el siguiente:
   Los días laborables al año, descontados los 67 festivos, son 298, que, a razón de 2,50 pesetas de jornal, término medio, en mi oficio, dan un resultado de 745 pesetas.
Resumen: viviendo con la economía posible para no morirse de hambre, una familia proletaria gasta al año 1 449,05 pesetas, y gana el jefe de ella, suponiendo que trabaje todos los días laborables del año 745 pesetas. El déficit al año es de 704,05 pesetas.
Y téngase en cuenta —añade el encuadernador— que no he puesto gastos para enfermedades y para vestir… De modo que queda demostrado que el salario es insuficiente…

Gastos Pesetas
Casa 0,50
Pan, 2 kilos, a 36 céntimos 0,72
Carbón, un kilo 0,23
Desayuno compuesto de café y leche 0,36
Comida del mediodía
Garbanzos, 125 gramos
Carne, 250 gramos
Tocino, 72 gramos
Verdura, medio kilo
0,12
0,50
0,15
0,08
Cena
Carne, 250 gramos
Patatas, 3/4 de kilo
Aceite, 125 gramos
0,50
0,12
0,24
Luz, aceite mineral 0,10
Jabón y varios 0,25
Tabaco 0,10
Total diario 3,97
Total anual 1 449,05


Comisión de Reformas Sociales, Información oral y escrita (1889)



  Ideario anarquista


   El asalariado, de hecho, reduce al hombre política y económicamente a la esclavitud, porque no sólo coloca al obrero bajo la dependencia del capitalista, sino que además implica su despojo, puesto que el capitalista detenta naturalmente, para enriquecerse, el producto del trabajo de todos en beneficio exclusivamente suyo. Si así no fuera, ocurriría que a la par que aumentase el capital de un industrial, se verían aumentar también y al mismo tiempo los capitales de sus obreros; y lo que ocurre es precisamente lo contrario, pues que a la par que crecen las riquezas de la burguesía crece también la miseria de los trabajadores...por consecuencia obligada de las anteriores premisas, queremos los anarquistas, de acuerdo con los principios elementales de la justicia, igualdad de condiciones económicas para todos los hombres, lo que sólo puede alcanzarse poniendo a disposición de las colectividades productoras la tierra y los instrumentos del trabajo industrial, para que utilizándolos aquéllos directamente atiendan las necesidades propias y a las generales del cuerpo social por los medios y procedimientos que juzguen más adecuados...
   Queremos...que la vida social se organice de abajo a arriba, por contratos con individuos e individuos y contratos entre asociaciones de oficio y asociaciones de oficio, como primer elemento constituyente del porvenir. Queremos el contrato de momento, siempre revisable y reformable, que dura tanto como dure su objetivo y la voluntad de las partes contratantes...
   Que la más completa libertad permita a todos obrar y producirse en las más diversas relaciones sin coacción alguna externa...
    Una sociedad fundada en la igualdad de condiciones y la libertad más completa hará hermanos a todos los hombres y la generosidad y los sentimientos de solidaridad se producirán esplendorosos para remediar todos los males y suplir todas las deficiencias.
   Esto es, en suma, lo que queremos, la transformación que busca gran número de trabajadores, el ideal novísimo del proletariado anarquista.


  La Cuestión Social, Valencia, 28 de mayo de 1892.



Justificación de la propaganda de hecho


   Sr. Director de "El País"
... quiero... dejar bien aclaradas las causas que han influido en mi manera de ser y los objetivos que me proponía conseguir con el atentado del 24 de septiembre.
... He mantenido a lo largo de mi vida una lucha titánica por la existencia. He sentido en mi propia piel los efectos de esta sociedad, mal constituida y peor gobernada. Constato que es un cuerpo gangrenado... He creído que era necesario destruirla y he querido ofrecer a esa obra demoledora mi aportación en forma de otra bomba.
Al general Martínez Campos, como soldado y como caballero, lo respeto. Pero he querido herirlo, he querido deshacer uno de los muchos pilares sobre el que descansa el actual estado de las cosas en España...Quiero que conste que, al realizar mi acto, no me impulsaba otro móvil que el de sacrificar mi vida en beneficio de mis hermanos de desgracia...
...No quiero que señalen a mis hijos como los hijos de un asesino, sino que se les considere como hijos de un hombre honrado que dio su vida por una causa que, quizás equivocadamente, creía la mejor, pero que dio su sangre en la convicción de que hacía un buen servicio a la humanidad.


Firmado. Paulino Pallás Latorre
Carta publicada en el periódico "El País" el 8 de octubre de 1893. Fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado el 6 de octubre del mismo año.
Castillo de Montjuic. Calabozo núm 5. 3 de octubre de 1893



Objetivos de la Unión General de Trabajadores


   La Unión General de Trabajadores de España se propone:
1º Reunir en su seno las diversas organizaciones obreras que tengan por fin la mejora y la defensa de las condiciones de trabajo por medio de la resistencia.
2.- Provocar la creación de nuevas Sociedades de oficios donde éstas no existan y ayudarlas para que constituyan Federaciones locales y Uniones nacionales
5.- Reclamar a los poderes públicos leyes que favorezcan los intereses del trabajo, como la jornada laboral de 8 horas, la fijación del salario mínimo, la igualdad de salario para los obreros de uno y otro sexo.


Memoria al Congreso internacional en Zurich del delegado de la UGT 1893



Reglamento de una fábrica de finales del siglos XIX


Todo obrero de esta empresa se obliga a cumplir estrictamente las condiciones siguientes:
– Las horas de trabajo serán de siete a doce de la mañana y de una a seis de la tarde.
– El obrero que se retrase cinco minutos de  la hora marcada se le impondrá, por primera vez una multa de 20 céntimos; la segunda de un cuarto de día, y la tercera será despedido.
– Hacer todo cuanto sus superiores le manden.
– Queda terminantemente prohibido el comer dentro de la fábrica
–El obrero que por imprevisión rompiere algún cristal u otro objeto cualquiera, será de su cuenta lo que cueste el reconstruirlo.
–El obrero que por enfermedad faltare a los trabajos, tendrá necesidad de acreditarlo por medio de certificación facultativa; en caso contrario, pasará a ocupar su puesto el primer suplente.


El Socialista, 22 de septiembre de 1899.



El regeneracionismo


   Y la verdad es que la agricultura civilizada española con nuestros 300 milímetros de lluvias en los llanos, con nuestros vientos secantes y con nuestro sol de justicia se halla férreamente sujeta a este dilema implacable: o tener agua o perecer; o, con humedad suficiente, la abundancia y la riqueza cual en parte ninguna, o, con sequía, la pobreza y la miseria, cual donde más pobres y miserables.
   Se impone, pues, la política hidráulica, esto es, la conversión de todas las fuerzas nacionales hacia esa gigantesca empresa. Porque, lo repito, es necesario en ella lo grande y lo pequeño.
   Hay que atreverse a restaurar magnos lagos, verdaderos mares interiores de agua dulce, multiplicar vastos pantanos, producir muchedumbre de embalses, alumbrar, aprovechar y detener cuantas aguas caen dentro de la península sin devolver al mar, si se puede, una sola gota. Hay, entiéndase bien, que derramar por todas partes láminas de agua, grandes y chicas, las cuales con su evaporación extensísima lubrifiquen nuestro ambiente sequísimo y, con ayuda del arbolado forestal y de ribera, restablecidos, contrarresten los vientos terrales, favorezcan los monzonales, templen la temperatura, hagan nuestra atmósfera menos mortífera para la vegetación, y aumenten, en fin, la cantidad pluviométrica de nuestras hoy tan escasas lluvias. Y sobre todo, ¿no es verdad que con agua, todo, arbolado, cultivos, prados, ganadería, abonos, es posible y reproductivo, pero sin agua, todo, irrealizable, estéril y económicamente ruinoso?… ¡He ahí, pues, un inmenso campo abierto a las iniciativas de la Ingeniería de todas clases y a la actividad nacional!…


Ricardo Macías Picavea: El problema nacional, 1899

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